SUEÑOS Y REFLEJOS DE DON SEBASTIAN DE MORRA
De Gabriel Vilanova, Gaito
En esta muestra se pueden ver algunos cuadros del universo que el pintor, en colaboración con Christian Tubau Arjona, han creado alrededor de la figura del enano Don Sebastián de Morra, célebre personaje que inmortalizó el pincel de Velázquez, junto con otros variopintos habitantes de la Corte.
La exposición incluye un librito ilustrado que es el Prólogo a una novela gráfica en construcción, en la que Gaito se encarga de la ilustración y Christian del texto.
Aquí os dejo una muestra de las imágenes y el escrito que pueden verse en el libro...
Texto:
SUEÑOS
Y REFLEJOS DE DON SEBASTIAN DE MORRA
Gabriel
Vilanova y Christian T. Arjona
PROLOGO
Sueños
y reflejos. Sueños de un personaje de óleo que busca su identidad.
Reflejos en el espejo mágico de los cuadros.
Don
Sebastián de Morra relata sus recuerdos de otra vida, sus
experiencias palaciegas, y cómo el más grande de los pintores de su
época consiguió desdoblar su alma y hacerla sobrevivir a lo largo
de los siglos.
Si
este fuera todo el argumento, cabría esperar un historia más sobre
las dudas pirandélicas de un personaje en busca de su autor. Y sin
embargo, acompañado por sus amigos pictóricos y zarandeado por
intensas experiencias vitales, Sebastián dará una nueva vuelta de
tuerca metafísica: su amistad con un extraño ser de otro tiempo y
otra dimensión que, como Velázquez, quiere volver a resucitarlo...
y a la vez encontrarse a sí mismo. Sus preguntas existenciales,
pues, se resuelven, no ya en el ámbito de la filosofía, sino en el
de la misma pintura. Pues para el pintor, sólo en la obra de arte –
en el proceso mismo de pintar - puede comprenderse el milagro de la
creación.
Así
como en su tiempo el cuadro de las Meninas se consideró teología
de la pintura, así
también podría entenderse esta historia. Sueños y espejos
barrocos, sí, pues al Barroco pertenecen los personajes que por
ellos deambulan, y barrocos son en buena medida nuestros tiempos de
desdoblamientos virtuales, crisis imperiales y espacios imaginarios.
Don
Sebastián de Morra, ¿bufón del Rey? Las páginas de este libro
irán mucho más allá del corto e insuficiente epíteto con el que
se le ha conocido a lo largo de la historia. Y acaso con ello darán
mayor profundidad a unos personajes que sólo la presunción de los
cortesanos convirtió en menudos. Pues, aunque es bien conocido el
privilegio del bufón de decir siempre la verdad, es estremecedor
comprobar que, tras el paso de los siglos, Don Sebastián siga
diciéndonosla: - Yo no soy sólo un bufón... ¿Y tú? -
“Los
seres trascordados, los locos y los bufones, las almas en pena del
Palacio, los burlones de la grandeza, los seres sinceros que decían
la verdad al lucero del alba... Velázquez los encuentra felices,
despiertos, osados, más inteligentes que los no contrahechos”.
Ramón
Gomez de la Serna
Sueños
y reflejos, también, de un pintor vivo que en su ebriedad creativa
busca en un personaje de óleo las pistas para seguir su camino
vital, un faro que le oriente en las aguas nocturnas de su propio
desarrollo espiritual y artístico. Sueños de un creador que no teme
a la locura, porque sabe que en sus predios es donde puede hallar las
respuestas que busca. Reflejos en el azogue ahumado del lienzo
virgen, reflexiones esbozadas en el cuaderno de un artista.
Realismo
atrevido y novedoso del pintor sevillano, que le llevó a afirmar que
más quería ser primero en la “grosería” de los bodegones que
segundo en la “delicadeza” del manierismo. Y esa naturalidad,
libre de los filos del perfeccionismo fotográfico y de la afectación
manierista, es la que nos conmueve ante sus cuadros como si realmente
pudiéramos entrar en ellos, trastocando nuestros sentidos,
difuminando las lindes entre la realidad y la ficción. Sus imágenes
podrían considerarse trampantojos sin trampa ni artificio, ventanas
abiertas al mundo. Quizá por ello el poeta Theóphile Gautier,
cuando vio Las Meninas exclamó asombrado: ¿Dónde
está el cuadro?, y el
citado Ramón Gómez de la Serna escribió sobre la misma obra:
“Alguna vez fui a gritar
para ver si retumbaba el eco de mi voz en el fondo de la sala llena
de polvo de siglos.”
Eso
mismo sintieron los autores de esta historia ante el retrato de Don
Sebastián de Morra, ¿dónde está la pintura? Pues lo que veían
ante sus ojos era un alma real, compleja, orgullosa y digna, que les
contemplaba fijamente, no solamente una magistral pintura al óleo. Y
en lugar de gritar, hablaron quedamente con él (ante el asombro de
vigilantes y visitantes), esperando el eco de su voz grave y
doliente, respuestas del tiempo pasado a las preguntas del presente.
Este
libro es la crónica de esas conversaciones, diario de un sueño
lúcido, caleidoscopio de imágenes movedizas, obra siempre abierta a
posibles variaciones, infinita, en el centro de un círculo de
espejos enfrentados. Dejemos, pues, que Sebastián y su extraño
amigo pintor nos la cuenten.
Página web de Gaito: http://www.gaito.es
¡Os avisaremos cuando aparezca la Novela Gráfica!
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